Un trabajo de investigación hecho por el forense español Carlos Guerrero enseña que el encontronazo de una pelota de golf sobre un individuo es mucho más grave que el encontronazo de un tiro en el momento en que la pelota consigue una agilidad próxima a los 300 km por hora.
El forense Guerrero efectuó el estudio como una parte de la prueba pericial presentada frente a los tribunales por un conjunto de vecinos de Islantilla (Huelva, sur de España) que demandaron a un club de golf de la región por daños ocasionados por el encontronazo de bolas en sus viviendas En el mes de enero pasado, el club recibió la orden de crear una cerca para resguardar las viviendas.
La solución a el interrogante es bien simple: recientemente mucho más de 16 meses el personaje principal habría tenido un derrame cerebral, pero en este momento con las novedosas reglas no
Quién no vió en algún instante si se lastimaron en la carne, visto que la pelota golpeó de manera accidental al propio jugador, los bogeys u otra sección de su aparato tras la jugada, como observamos en las imágenes? Y tras eso, varios de ustedes se van a preguntar o charlarán con otros players, ¿y en este momento qué? ¿Hay una sanción por ello?
La contestación es muy sencilla, recientemente mucho más de 16 meses el personaje primordial habría sido penalizado, pero con las novedosas reglas introducidas el 1 de enero de 2019, esta acción no posee penalización (Regla 11.1) como «golfrules cuestiones nos enseña en nuestra página de Instagram.
Pero, ¿qué hacen precisamente estos orificios?
Una de las razones por las cuales los elementos en movimiento se ralentizan en el momento en que entran en contacto con el aire es que, al pasar, dejan atrás un área por la que no puede pasar el aire, asimismo llamada región de depresión, que es exactamente lo mismo que si nos ocultamos del viento tras una pared.
Cuanto mayor sea esta región de depresión, mayor resistencia aerodinámica va a tener, lo que quiere decir que perderá agilidad antes y no va a llegar tan lejos.
Los orificios asisten a achicar el área de las depresiones formando pequeños vórtices dentro suyo. Por consiguiente, el aire que pasa a su alrededor se adhiere a la área de la bola a lo largo de mucho más tiempo, logrando completar mejor la región de indentación.